"Todo es arte" y demás contradicciones

Peligrosas manías como la de poner nombre a las cosas.

Desde que el arte es arte no sabemos qué es arte. En el momento en el que le ponemos nombre estamos creando una categoría, un recinto cerrado por una serie de características que definen el propio término.

Ahora, es precísamente el "arte" lo que no podemos definir, lo que no podemos encerrar. Desconocemos las barreras del "arte".

Y entonces comenzamos a divagar, comenzamos, como sofistas, a relativizar y a exigir el "arte" como recinto infinito en lo que todo tiene cabida, no dándonos cuenta de la contradicción que encierra hacer de algo finito lo infinito.

Qué fácil es dudar, qué facil es decir: todo es arte. Qué contradictorio. Si todo fuera "arte", "arte" sería "todo". No tendríamos dos términos diferentes. Nada tiene sentido. Y precisamente nada tiene sentido por lo peligroso que es poner nombre a las cosas.


"[...] Y entonces llegaron todos aquellos partidarios del "todo es arte", exigiendo el valor de sus pequeñas obras, hablando por ellas ante los demás. Eran cientos, tantos, que ocultaban con sus pseudoreflexiones el azul del cielo.
Ahora, os digo una cosa, mientras ellos se quejaban el artista de verdad trabajaba. Posiblemente de haber podido oirlos se habría reído en su cara, pues, cómo discutir sobre un término, cómo discutir sobre el significado de 4 letras sin caer en juegos de palabras, contradicciones semánticas y demás falacias... Si el "arte" fuera "arte", dejaría de ser "arte", precísamente es "arte" por no ser "arte", por no ser nada en concreto para poder ser un todo.
Pero claro, aquellos infelices necesitaban algo a lo que agarrarse, necesitaban vanalizar la idea para poder tocarla, para poder copiarla y enriquecerse con ella. Necesitaban una palabra sobre la que expresar "esto siento", "esto hago", cuando olidábanse de la esencia, de la cosa misma. Y comenzaron a llover las discusiones "todo es arte", "todo es bello", "todo depende"... ¡Desdichados sofistas! ¡Demasiado ocupados en resolver con palabras aquello de lo que no se puede hablar!
Pues si realmente entregarais vuestra vida a ello no perderíais el tiempo de esta manera, pues la cosa misma se os aparecería sin vosotros llamarla. No, es más sencillo teorizar."