Con qué ojos mirar el mundo, con qué ojos mirar la desigualdad.
Tal vez los ojos del que vive, los del que se consterna viendo la muerte por televisión. O los ojos del hipócrita, de la lágrima fácil y la plegaria "pobrecillos".
Quizá los ojos de la elevada burguesía que me nutre, que nos nutre, o los del incosciente heroe voluntario luchando por barrer arena en el desierto.
Los ojos que no ven, o los ojos que sólo ven en parte.
Quizá sean los ojos resecos por el vómito en forma de prensa digital, o sobre los que se posan las moscas.
Ojos desorbitados en cuencas desnutridas, ojos que pasan a la siguiente página, a la siguiente linea.
Ojos ricos, o no tan ricos. Imagenes impactantes, gratuitas, objetivas o enfocadas.
Pasividad, hipocresía, desconocimiento, herida.
El mundo gira, pero su sombra siempre se posa sobre la misma grieta. Somalia, sur de África.
Ahora no sé como mirar, no sé si mis movimientos serán de ayuda o si se me criticará por no intentarlo. Trauma social.
Sin caer en la inconsciencia del que ayuda o la pasividad del que provoca.
Quieto y duda, ¿qué hacer ahora?